Aquí va una verdad incómoda:
La duración en la cama no es solo cuestión de físico, sino de control y dominio propio.
Sí, así de directo.
La sociedad te bombardea con consejos superficiales sobre cómo durar más en la cama, pero ¿qué dice la Biblia al respecto?
La respuesta es más profunda de lo que imaginas.
El primer punto que te debe quedar claro es que la Biblia es clara sobre lo que Dios espera de ti: dominio propio.
1 Corintios 9,27 nos dice: "Más bien, golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre".
Eso no es solo sobre la comida o el alcohol, ¡es sobre todo!
La intimidad no es una excusa para perder el control. Si no tienes dominio propio en este área, estás fallando a lo que Dios te enseñó.
Ahora, seamos honestos: quien no puede controlar sus impulsos en la cama, ¿de qué sirve que ore por sabiduría?
Los impulsos deben estar bajo tu mando, no al revés.
Esta es la base de una relación sana, no solo física, sino también espiritual.
Lo que la mayoría olvida es que la intimidad no es un simple acto físico.
Dios diseñó la relación sexual con un propósito mucho mayor: la unión profunda entre marido y mujer, y una expresión de amor y respeto.
Efesios 5,31-33 nos recuerda que "el marido debe amar a su mujer como a sí mismo".
Si todo lo que te importa es durar más para tu propio placer, entonces no estás viviendo conforme al propósito divino.
Es hora de cambiar la narrativa: la intimidad no se trata de ti, sino de tu pareja, y cómo juntos honran a Dios.
No todo tiene que ver con resistencia física, sino con lo que está sucediendo en tu mente.
¿Sabías que la Biblia habla mucho sobre la paciencia?
En Proverbios 14,29, se dice: "El que es lento para la ira tiene gran entendimiento".
Esto no se limita a las emociones, sino a todas las áreas de tu vida, incluida la intimidad. El control y la paciencia no son solo una habilidad de la mente, son un regalo de Dios para aquellos que buscan vivir según Su voluntad.
La verdad es que la duración en la cama no tiene que ver con la cantidad de tiempo, sino con la calidad.
Si te enfocas en ser intencional, respetuoso y atento a tu pareja, la duración será la que Dios determine, no tú.
Pero para esto, debes aprender a interpretar lo que Dios dice sobre la intimidad.
Si realmente quieres mejorar tu vida íntima según los principios bíblicos, no basta con leer algunos versículos.
Necesitas entender profundamente lo que la Biblia dice sobre la sexualidad y cómo vivirla.
Y para eso, no te basta con el conocimiento superficial.
¿vas a seguir viviendo bajo tus propios términos o vas a someter tus deseos al diseño divino?