Pocas cosas dividen tanto a los cristianos como el tema del diezmo. Para algunos, es un mandato inquebrantable; para otros, una práctica obsoleta.
¿Quién tiene razón?
¿De verdad estás “robando a Dios” si no diezmas?
Vamos a la Biblia, no a las opiniones.
1. El Diezmo en el Antiguo Testamento: Un Impuesto Religioso
En el Antiguo Testamento, el diezmo no era una ofrenda voluntaria, sino una obligación para el pueblo de Israel.
Se usaba para mantener a los levitas (Números 18:21) y ayudar a los necesitados (Deuteronomio 14:28-29).
Era, básicamente, un sistema de impuestos religiosos.
2. ¿Y en el Nuevo Testamento? Silencio Incómodo…
Jesús mencionó el diezmo (Mateo 23:23), pero hablando a fariseos bajo la Ley.
Pablo, Pedro y Juan no enseñaron que los cristianos debían diezmar.
¿Coincidencia?
No.
En el Nuevo Pacto, la norma no es el diezmo, sino dar con generosidad y alegría (2 Corintios 9:7).
3. ¿Significa Que No Hay Que Dar Nada?
No confundas libertad con avaricia.
La Iglesia primitiva no diezmaba, pero sí ofrendaba con sacrificio (Hechos 4:32-35).
El problema es cuando se enseña que si no diezmas, Dios te maldice.
¿En serio?
¿Dios ahora es un cobrador de impuestos celestial?
Entonces, ¿estás obligado a diezmar?
No.
¿Deberías ser generoso?
Absolutamente.
Pero deja de vivir bajo miedo religioso y empieza a entender la Biblia de verdad.
Si quieres aprender a interpretar las Escrituras sin manipulaciones, debes aprender a Interpretar la Biblia Correctamente.
Te mostrará lo que nadie te dice.