Es hora de que te diga algo que muchos no quieren oír..
Sí, la Biblia tiene errores de traducción.
Y sé que esto puede hacer que algunos se sientan incómodos, pero esa es la realidad. Si te han dicho que la Biblia es perfecta en cada palabra, te están mintiendo.
Vamos a poner las cartas sobre la mesa.
La Biblia no se escribió en español.
Tampoco en inglés.
Se escribió en hebreo, arameo y griego.
Así que, ¿cómo se traduce todo eso a nuestro idioma?
Aquí es donde las cosas se complican.
Las palabras no tienen un equivalente exacto en todos los idiomas.
Y eso, mi querido amigo, es una de las razones por las cuales existen errores de traducción.
¿O acaso crees que la riqueza cultural y el contexto de los textos antiguos se puede capturar con facilidad en un solo idioma moderno?
¿Qué tipo de errores estamos hablando?
Palabras que se pierden en la traducción:
Por ejemplo, el hebreo tiene muchas palabras para "amor". En español usamos una sola, pero el contexto cambia completamente.
¿Y qué pasa con esos matices que se pierden?
Adaptaciones y decisiones de los traductores:
Los traductores, en muchos casos, tomaron decisiones sobre qué palabra usar, basadas en su propia interpretación o creencias.
Esto puede haber dado como resultado traducciones sesgadas que no reflejan el mensaje original.
Cambios de contexto:
La Biblia fue escrita en tiempos muy diferentes a los nuestros. La mentalidad, los valores y la forma de pensar de las personas en el contexto original no siempre se reflejan correctamente en las traducciones modernas.
El significado de una palabra o frase puede haberse alterado con el tiempo.
Entonces, ¿qué significa todo esto?
¿Significa que la Biblia no es confiable?
¡Para nada!
Pero significa que no podemos quedarnos con una lectura superficial de las escrituras.
La interpretación correcta de la Biblia requiere que sepamos sobre estos errores de traducción y cómo pueden alterar el significado de ciertos pasajes.
No puedes confiar en todo lo que lees sin entender de dónde viene.
Es hora de que tomes el control de tu comprensión de las escrituras.
¡La verdad está a tu alcance, pero solo si sabes buscarla!