Si crees que estás aquí por casualidad, déjame decirte que estás equivocado.
La Biblia es clara: Dios no hace nada sin un propósito.
Y si no lo has descubierto aún, no es porque no exista, sino porque no has sabido buscarlo.
1. No es lo que tú quieres, es lo que Dios quiere
Vivimos en una era donde nos venden la idea de "seguir nuestros sueños", pero la Biblia dice otra cosa:
"Encomienda a Jesús tus obras, y tus pensamientos serán afirmados" (Proverbios 16,3).
No se trata de lo que tú imaginas para tu vida, sino de lo que Dios diseñó para ti desde antes de que nacieras.
2. Tu propósito no es un misterio oculto
Muchos viven esperando "una señal del cielo", pero Dios ya dejó todo escrito en Su Palabra.
El problema no es que Dios no hable, es que no leemos lo que ya dijo.
La Biblia está llena de ejemplos de personas que descubrieron su propósito porque primero buscaron a Dios, no sus propios deseos.
3. No todos tienen el mismo propósito
Moisés fue llamado a liberar, David a gobernar, Pablo a predicar, Rut a ser parte del linaje de Cristo.
No trates de copiar la vida de otro.
Dios no repite propósitos, los personaliza.
Lo que necesitas es aprender a interpretar la Biblia correctamente para entender lo que Dios te está diciendo a ti.
4. ¿Quieres descubrir tu propósito? Empieza aquí
Si sigues buscando respuestas en motivadores, libros de autoayuda o frases bonitas en redes sociales, seguirás perdido.
La única forma de entender el propósito de Dios para tu vida es aprender a interpretar Su Palabra correctamente.
Por eso debes aprender a dejar de adivinar y empezar a entender con claridad lo que Dios tiene para ti.
No pierdas más tiempo, tu propósito te está esperando.