La Biblia.
Un solo libro,
dos visiones completamente distintas.
Para el judaísmo, es la Torá y los profetas.
Para el cristianismo, es la revelación completa de Dios.
Y aquí es donde empieza la polémica.
El Judaísmo: La Biblia Incompleta
Para el judaísmo, la Biblia es lo que los cristianos llaman el Antiguo Testamento (aunque para ellos, no es "antiguo", sino "la única Escritura").
Se compone de la Torá (Pentateuco), los Profetas y los Escritos.
No reconocen el Nuevo Testamento ni a Jesús como el Mesías.
La interpretación rabínica es clave.
La Biblia no se lee literalmente, sino que se estudia con el Talmud, que explica y amplía las Escrituras.
¿Traducciones?
Dependen de cada escuela, pero el hebreo original es la base.
El Cristianismo: La Biblia Completa
Para los cristianos, la Biblia incluye el Antiguo y el Nuevo Testamento, donde Jesús es la clave de todo.
No solo se ve como un libro de historia sagrada, sino como la Palabra viva de Dios.
Aquí surge un choque inevitable:
¿El Nuevo Testamento completa la revelación de Dios o es una interpretación errada?
¿Quién Tiene Razón?
Eso depende de a quién le preguntes.
Lo que es innegable es que interpretar la Biblia sin conocer estos contrastes es un error gigante.
La forma en que entiendas la Escritura cambia según qué tradición sigas.
Si de verdad quieres aprender a interpretar correctamente la Biblia, deja de leer versiones superficiales y estudia en serio.
¡Pero debes comenzar ya!.