¿Alguna vez te has sentido rodeado de mentirosos?
Vivimos en tiempos donde las promesas no valen nada, la gente habla bonito pero traiciona a la primera oportunidad.
Y si te sientes así, no estás solo.
David también vivió en una sociedad podrida de falsedad y corrupción, y su respuesta fue escribir el Salmo 12.
Aquí, no hay medias tintas.
Dios toma partido.
¿De qué lado estás?
Salmo 12
1 Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos;Porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.
2 Habla mentira cada uno con su prójimo;Hablan con labios lisonjeros, y con doblez de corazón.
3 Jehová destruirá todos los labios lisonjeros,Y la lengua que habla jactanciosamente;
4 A los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos;Nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor de nosotros?
5 Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos,Ahora me levantaré, dice Jehová;Pondré en salvo al que por ello suspira.
6 Las palabras de Jehová son palabras limpias,Como plata refinada en horno de tierra, purificada siete veces.
7 Tú, Jehová, los guardarás;De esta generación los preservarás para siempre.
8 Cercando andan los malos,Cuando la vileza es exaltada entre los hijos de los hombres.
Interpretación para la vida
Este salmo es un grito desesperado en medio de una sociedad que ha perdido la decencia.
David no está quejándose sin razón, él está denunciando la hipocresía generalizada.
La fidelidad es una especie en extinción.
Gente de palabra, gente confiable, gente que no traiciona… ¿Dónde están? Si te sientes solo por ser íntegro, es porque cada vez hay menos como tú.
Los hipócritas dominan con su lengua.
Hablan con "labios lisonjeros", es decir, dicen lo que conviene, pero no lo que es verdad. ¿Te suena familiar? Promesas falsas, discursos políticos vacíos, manipuladores que se aprovechan de los inocentes.
Dios NO es indiferente a la injusticia.
"Me levantaré", dice Jehová. Dios no se queda de brazos cruzados ante la opresión. Aunque el mundo aplauda la maldad, Dios la destruirá.
Las palabras de Dios son lo único puro en un mundo de mentiras.
Todo lo demás está contaminado: noticias, redes sociales, falsos líderes religiosos… Solo la Palabra de Dios es confiable.
Cuando los malvados gobiernan, la vileza se exalta.
¿Por qué parece que los corruptos siempre ganan? Porque la sociedad ha decidido llamar "bueno" a lo malo y "malo" a lo bueno. Pero tranquilo… Dios preserva a los suyos.
¿Cómo aplicarlo a tu vida?
No te contamines con la hipocresía. Sé de los pocos que aún hablan con verdad.
No te desesperes por la maldad, Dios está atento.
Asegúrate de estar en el lado correcto. Porque cuando Dios actúe, no habrá marcha atrás.
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