Dices que confías en Dios… pero ¿realmente lo haces?
Muchos "cristianos" dicen que confían en Dios. Pero en cuanto la vida se complica, corren desesperados a buscar soluciones humanas.
¿Dónde está entonces esa fe?
El Salmo 16 es una declaración de confianza absoluta.
No en la suerte,
No en el dinero,
No en la política,
sino en Dios.
David entendió algo que a muchos les cuesta:
cuando Dios es tu herencia, no necesitas nada más.
Si aún dudas de que Dios es suficiente, este salmo te va a sacudir.
Salmo 16
1 Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.
2 Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor;No hay para mí bien fuera de ti.
3 Para los santos que están en la tierra,Y para los íntegros, es toda mi complacencia.
4 Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentes a otro dios;No ofreceré yo sus libaciones de sangre,Ni en mis labios tomaré sus nombres.
5 Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa;Tú sustentas mi suerte.
6 Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos,Y es hermosa la heredad que me ha tocado.
7 Bendeciré a Jehová que me aconseja;Aun en las noches me enseña mi conciencia.
8 A Jehová he puesto siempre delante de mí;Porque está a mi diestra, no seré conmovido.
9 Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma;Mi carne también reposará confiadamente;
10 Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.
11 Me mostrarás la senda de la vida;En tu presencia hay plenitud de gozo;Delicias a tu diestra para siempre.
Interpretación para la vida
Este salmo es un reto directo a tu fe.
¿Realmente confías en Dios o solo lo dices porque suena bonito?
David nos da claves para una fe real, no de palabra, sino de vida.
"No hay para mí bien fuera de ti" (v.2)
– Esto es clave. Si crees que tu felicidad depende del dinero, la fama o el éxito, te has perdido.
No hay nada en este mundo que pueda darte lo que solo Dios puede darte.
"Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven a otro dios" (v.4)
¿Cuántos idolatran el dinero, la política, el poder, incluso su propio ego?
David es claro: si adoras cualquier cosa más que a Dios, lo único que te espera es sufrimiento.
"Jehová es la porción de mi herencia" (v.5)
¿Qué es lo más valioso para ti? ¿Una casa, un negocio, una carrera?
David lo tenía claro: Dios mismo era su herencia.
Si lo tienes a Él, lo tienes TODO.
"A Jehová he puesto siempre delante de mí; no seré conmovido" (v.8)
Aquí está el secreto de la estabilidad.
Si tu vida depende de circunstancias, te hundirás.
Pero si Dios es tu fundamento, nada te hará tambalear.
"En tu presencia hay plenitud de gozo" (v.11)
No hay verdadera felicidad lejos de Dios.
Puedes probarlo todo: placeres, éxito, fama… y nada llenará tu alma.– Solo en Dios hay gozo real y eterno.
¿Cómo aplicarlo a tu vida?
Deja de depender de cosas pasajeras.
Si tu fe tambalea cada vez que hay problemas, algo anda mal.
Haz de Dios tu prioridad.
No es un amuleto de emergencia, es tu única fuente de vida.
Abandona los ídolos modernos.
Si algo ocupa el lugar de Dios en tu vida, te está destruyendo.
Si quieres aprender a interpretar la Biblia sin distorsiones ni autoengaños, te invito a que comiences ya mismo.