Dices que eres justo… pero ¿de verdad lo eres?
Todo el mundo dice que es "buena persona".
Pero cuando nadie los ve...
hacen trampa,
mienten,
se aprovechan de otros,
y hasta manipulan a Dios para justificar su propio egoísmo.
David en el Salmo 17 no era así.
Él se atrevió a pedirle a Dios que lo examinara.
¡Imagínate!
¿Te atreverías a hacer eso sin miedo a que Dios exponga tu hipocresía?
Este salmo es un grito desesperado de alguien que sabe que su justicia no es una pose, sino algo real.
Si crees que eres íntegro, este salmo pondrá a prueba tu honestidad.
Salmo 17
1 Oye, oh Jehová, una causa justa; está atento a mi clamor.Escucha mi oración hecha de labios sin engaño.
2 De tu presencia proceda mi vindicación;Vean tus ojos la rectitud.
3 Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche;Me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste;He resuelto que mi boca no haga transgresión.
4 En cuanto a las obras humanas, por la palabra de tus labiosYo me he guardado de las sendas de los violentos.
5 Sustenta mis pasos en tus caminos,Para que mis pies no resbalen.
6 Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios;Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.
7 Muestra tus maravillosas misericordias,Tú que salvas a los que se refugian a tu diestraDe los que se levantan contra ellos.
8 Guárdame como a la niña de tus ojos;Escóndeme bajo la sombra de tus alas,
9 De la vista de los malos que me oprimen,De mis enemigos que buscan mi vida.
10 Envueltos están en su grosura;Con su boca hablan arrogantemente.
11 Han cercado ahora nuestros pasos;Tienen puestos sus ojos para echarnos por tierra.
12 Son como león que desea hacer presa,Y como leoncillo que está en su escondite.
13 Levántate, oh Jehová; sal a su encuentro, póstrales;Libra mi alma de los malos con tu espada,
14 De los hombres con tu mano, oh Jehová,De los hombres mundanos, cuya porción la tienen en esta vida,Y cuyo vientre llenas de tu tesoro;Sacian a sus hijos,Y aún sobra para sus pequeñuelos.
15 En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia;Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.
Interpretación para la vida
Este salmo es una declaración de integridad.
No es la oración de alguien que pretende ser bueno. Es la súplica de alguien que realmente vive conforme a la verdad y se atreve a ser examinado por Dios.
"Escucha mi oración hecha de labios sin engaño" (v.1)
¿Cuántos oran con doble moral?
David no intentaba engañar a Dios.
Su integridad no era una máscara.
"Tú has probado mi corazón y nada inicuo hallaste" (v.3)
¿Te atreverías a decirle esto a Dios sin miedo a que te exponga?
Muchos solo parecen buenos en público, pero ¿qué hay en lo oculto?
"Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen" (v.5)
Nadie es fuerte por sí mismo.
Si no estás firmemente plantado en Dios, caerás tarde o temprano.
"Guárdame como a la niña de tus ojos" (v.8)
David sabía que, aunque él era justo, sus enemigos no lo eran.
Dios protege a los que viven en integridad.
"Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza" (v.15)
La verdadera satisfacción no está en el éxito terrenal.
Solo cuando estemos en la presencia de Dios seremos realmente completos.
¿Cómo aplicarlo a tu vida?
Deja de aparentar.
Dios no se deja engañar con palabras bonitas.
Pídele a Dios que examine tu corazón.
Pero prepárate, porque la verdad siempre sale a la luz.
Vive con integridad, incluso cuando nadie te ve.
La justicia real se prueba en lo secreto.
Si quieres aprender cómo interpretar la Biblia sin distorsiones ni excusas, te invito a que comiences ya mismo.
Si yo fuera tú, no le diera más de largo.