Estás Buscando en el Lugar Equivocado
A ver, vamos a ser realistas.
Nos han vendido la mentira de que la satisfacción está en el dinero, el éxito o en esa relación que crees que cambiará tu vida.
Pero, ¿qué pasa cuando logras todo eso y sigues sintiéndote vacío?
Exacto.
No era suficiente.
Nunca lo será.
David, el autor del Salmo 63, lo entendió en el desierto.
No en un palacio, no rodeado de lujos.
En el desierto, solo y sin nada.
Y fue ahí donde descubrió la verdad más intensa: solo Dios puede saciar el hambre y la sed que llevamos dentro.
No te confundas.
Esto no es un verso bonito para poner en tu biografía de Instagram.
Es un grito de guerra.
Si realmente quieres una vida que valga la pena, tienes que entender lo que David descubrió.
Y sí, va a incomodarte, pero la verdad siempre incomoda.
El Salmo 63
Dios, Dios mío eres tú;De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti,Mi carne te anhela,En tierra seca y árida donde no hay aguas,
Para ver tu poder y tu gloria,Así como te he mirado en el santuario.
Porque mejor es tu misericordia que la vida;Mis labios te alabarán.
Así te bendeciré en mi vida;En tu nombre alzaré mis manos.
Como de meollo y de grosura será saciada mi alma,Y con labios de júbilo te alabará mi boca.
Cuando me acuerde de ti en mi lecho,Cuando medite en ti en las vigilias de la noche.
Porque has sido mi socorro,Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
Está mi alma apegada a ti;Tu diestra me ha sostenido.
Pero los que para destrucción buscaron mi alma,Caerán en los sitios bajos de la tierra.
Los destruirán a filo de espada;Serán porción de los chacales.
Pero el rey se alegrará en Dios;Será alabado cualquiera que jura por él;Porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.
Estás Perdiendo el Tiempo con Espejismos
Déjame adivinar: sigues creyendo que tu felicidad está a la vuelta de la esquina.
Que cuando consigas ese ascenso, cuando tengas la pareja ideal, cuando viajes a ese destino soñado… entonces todo tendrá sentido.
Mentira.
David escribió este salmo huyendo por su vida.
Estaba en el desierto, sin agua, sin comida, sin comodidades.
Cualquier otra persona estaría quejándose y maldiciendo su suerte.
Pero David no.
Él tenía algo que tú y yo ignoramos todo el tiempo: su alma estaba saciada porque su deseo más grande era Dios.
¿Cuándo fue la última vez que te levantaste con hambre real de Dios?
No de religión, no de oraciones vacías, sino de buscarlo como si fuera lo único que pudiera salvarte.
David lo tenía claro: "Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela".
Esa es la clave.
Hasta que Dios no sea tu mayor deseo, vas a seguir frustrado, sin importar cuánto logres.
Porque todo lo demás es un espejismo.
Crees que te saciará, pero cuando llegas, te das cuenta de que sigues teniendo hambre.
¿Y sabes qué es lo peor?
Que la mayoría pasa la vida entera sin entenderlo.
Siguen persiguiendo sombras hasta que es demasiado tarde.
Pero tú no tienes por qué ser como ellos.
Si estás leyendo esto, tienes la oportunidad de dejar de correr detrás de lo que no satisface y empezar a buscar lo único que realmente puede llenar el vacío que llevas dentro.
¿Quieres Aprender a Profundizar en la Palabra y No Seguir Viviendo a Ciegas?
La mayoría lee la Biblia como si fuera un libro de cuentos.
Por eso no ven resultados.
Pero tú no tienes que ser uno más del montón.
Si quieres aprender a interpretar la Biblia de manera profunda, real y transformadora, te invito a que comiences ya.
Si de verdad quieres dejar de vivir a medias, llegó tu momento.
Porque la verdad es esta: el tiempo se te está acabando.