Si crees que la injusticia reinará para siempre, piénsalo otra vez.
El Salmo 7 no es un simple poema bonito, es una declaración de guerra contra la maldad y un recordatorio de que Dios no deja nada impune.
Pero cuidado, porque si lo lees bien, también te muestra que no eres tan inocente como crees.
SALMO 7
1 Jehová, Dios mío, en ti he confiado; Sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame,
2 No sea que desgarren mi alma cual león, Y me destrocen sin que haya quien me libre.
3 Jehová, Dios mío, si yo he hecho esto, Si hay en mis manos iniquidad;
4 Si he dado mal pago al que estaba en paz conmigo (Antes he libertado al que sin causa era mi enemigo),
5 Persiga el enemigo mi alma y alcáncela; Huelle en tierra mi vida, Y mi honra ponga en el polvo. Selah
6 Levántate, oh Jehová, en tu ira; Alzate en contra de la furia de mis angustiadores, Y despierta en favor mío el juicio que mandaste.
7 Te rodeará congregación de pueblos, Y sobre ella vuélvete a sentar en alto.
8 Jehová juzgará a los pueblos; Júzgame, oh Jehová, conforme a mi justicia, Y conforme a mi integridad.
9 Fenezca ya la maldad de los inicuos, mas establece tú al justo; Porque el Dios justo prueba la mente y el corazón.
10 Mi escudo está en Dios, Que salva a los rectos de corazón.
11 Dios es juez justo, Y Dios está airado contra el impío todos los días.
12 Si no se arrepiente, él afilará su espada; Armado tiene ya su arco, y lo ha preparado.
13 Asimismo ha preparado armas de muerte, Y ha labrado saetas ardientes.
14 He aquí, el impío concibió maldad, Se preñó de iniquidad, y dio a luz engaño.
15 Pozo ha cavado, y lo ha ahondado; Y en el hoyo que hizo caerá.
16 Su iniquidad volverá sobre su cabeza, Y su agravio caerá sobre su propia coronilla.
17 Alabaré a Jehová conforme a su justicia, Y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo.
INTERPRETACIÓN Y APLICACIÓN A LA VIDA
Este salmo es una joya.
¿Por qué?
Porque pone las cosas en su lugar.
Habla de justicia real, no de esa justicia a medias que el mundo vende.
Aquí David clama porque lo están persiguiendo, pero lo más interesante es que primero se examina a sí mismo.
¿Eres capaz de hacer eso?
Antes de pedirle a Dios que castigue a otros, ¿te atreves a pedirle que te juzgue a ti?
Este salmo enseña tres principios vitales:
Dios es justo y no deja nada sin resolver.
¿Crees que los que te han dañado se saldrán con la suya? No. Dios ya tiene su arco listo.
Pero cuidado, porque si eres tú quien ha hecho daño, la flecha puede venir en tu dirección.
El mal regresa a su fuente.
"El impío cava un hoyo y cae en él". Es decir, el que actúa con maldad, tarde o temprano se autodestruye.
¿Ves gente manipuladora, abusiva y corrupta? Déjalos. Su propio veneno los matará.
El justo tiene un refugio.
La confianza de David no está en sí mismo, sino en Dios. Esa es la diferencia entre alguien que se desespera y alguien que tiene paz en medio de la tormenta.
Si estás rodeado de problemas, haz lo mismo: Confía, pero no en tu lógica, sino en el Dios que todo lo ve.
¿QUIÉN ERES EN ESTE SALMO?
Aquí hay dos tipos de personas: los que confían en Dios y los que cavan su propia tumba con sus acciones.
No hay punto medio.
Pregúntate: ¿Soy el justo que Dios protege o el impío que cree que puede salirse con la suya?
Si quieres aprender a interpretar la Biblia con los ojos correctos y sin caer en interpretaciones erróneas, te invito a que comiences ya mismo.
Te prometo que después de esto, jamás volverás a leer la Palabra de la misma manera.