Si alguna vez te has sentido insignificante, este salmo te va a sacudir.
Aquí David nos obliga a mirar el panorama completo: la inmensidad del universo y el sorprendente lugar que Dios nos ha dado en él.
Pero no te confundas, esto no es para inflar tu ego, sino para que entiendas la responsabilidad que llevas sobre tus hombros.
Prepárate, porque después de leer esto, no volverás a verte igual.
Salmo 8
1. ¡Oh Jehová, Señor nuestro,Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!Has puesto tu gloria sobre los cielos.
2. De la boca de los niños y de los que maman,Fundaste la fortaleza,A causa de tus enemigos,Para hacer callar al enemigo y al vengativo.
3. Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,La luna y las estrellas que tú formaste,
4. Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,Y el hijo del hombre, para que lo visites?
5. Le has hecho poco menor que los ángeles,Y lo coronaste de gloria y de honra.
6. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;Todo lo pusiste debajo de sus pies:
7. Ovejas y bueyes, todo ello,Y asimismo las bestias del campo,
8. Las aves de los cielos y los peces del mar,Todo cuanto pasa por los senderos del mar.
9. ¡Oh Jehová, Señor nuestro,Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!
Interpretación para la Vida
Este salmo es un recordatorio poderoso de quién eres realmente.
Dios te ha dado autoridad. No eres un accidente, no eres polvo sin propósito. Dios te puso en la Tierra con un diseño específico, con un dominio que debes ejercer con responsabilidad.
No te menosprecies. El universo es gigantesco, pero Dios no te ha olvidado. De todas las cosas creadas, puso en ti una dignidad especial, incluso por encima de los ángeles. ¿Vas a seguir actuando como si no tuvieras valor?
Tu boca tiene poder. ¿Te diste cuenta del verso 2? Dios usa incluso la boca de los niños para establecer su autoridad. Cuidado con lo que hablas. Tus palabras pueden edificar o destruir.
Tu propósito no es para tu gloria. David empieza y termina exaltando a Dios, no a sí mismo. ¿Qué estás haciendo con los dones y la posición que Dios te dio? ¿Para su gloria o la tuya?
¿Vas a vivir a la altura de tu llamado?
Ahora que sabes que no eres poca cosa, viene la pregunta difícil:
¿Qué vas a hacer con esto?
¿Seguirás viviendo sin propósito o empezarás a ejercer la autoridad y la responsabilidad que Dios puso en ti?
Si realmente quieres aprender a interpretar la Biblia de manera profunda y práctica, te invito a que comiences ya mismo.
No leas la Palabra como un libro más.
Descúbrela como la llave que transformará tu vida.